Nos gusta que la miel sea miel
Siempre tenemos como meta hacer un producto excelente, esa miel que concentra en una cucharada la esencia de todas las flores del lugar.
Por ello la extracción se hace en frío, después de recoger los panales de las abejas llenos de miel, a final de temporada se retira la primera capa de cera a cuchillo y se extrae la miel por centrifugación de los panales. Únicamente se filtra y se decanta para separar las impurezas.
Así se consigue una miel cruda con todo el sabor, aroma y propiedades de la miel de siempre.
Una vez extraída la miel reciclamos la cera sobrante para elaborar velas naturales totalmente a mano.
Además de seleccionar las mejores mieles para comercializar, llevamos a cabo una importante labor de rescate de enjambres y colonias de abejas que entran en conflicto con las personas por haberse instalado en casas y jardines donde pueden ser peligrosas.
Nos ocupamos de extraerlas con cuidado y reubicarlas en nuestros colmenares para que puedan seguir creciendo, evitando así que las maten.
También hacemos una difusión de la apicultura y el mundo de las abejas con visitas a nuestros colmenares, charlas en colegios, actividades de educación ambiental o simplemente hablando de abejas y enseñando un poco el oficio a todo aquel que se acerca a vernos en ferias y mercados alrededor de la isla donde además de dar a probar nuestra miel pueden ver como se desarrollan estos insectos en nuestra colmena de cristal normalmente rodeada de curiosos niños.
Sostenibilidad y medio ambiente
Las abejas suponen una pieza clave en el ecosistema, siendo una fuente de biodiversidad para su alrededor que estimula la producción de frutos, a su vez el crecimiento de plantas que atraen insectos que a su vez atraen a pájaros para comerlos, creando toda una sinergia.
A la vez que producen la preciada miel, también dan un servicio gratuito de polinización a agricultores con cultivos que harán frutos más grandes y sabrosos al ser polinizados por estas.
En nuestros envases solo usamos productos reciclables, huimos de los plásticos. Tarros de cristal, tapa de aluminio y etiqueta de papel con tinta biodegradable para que una vez consumida la miel se reinicie el ciclo produciendo recursos en vez de desechos.
Por ello tenemos un impacto positivo en el medio ambiente, en el tejido social y económico local.