En AUBOCASSA reina la filosofía que ninguna aceituna debe tocar, ni se recoge del suelo. Para ello se utiliza un sistema de paraguas con vibración, que sacude el olivo haciendo caer la mayor parte de la aceituna. El resto, es cosechada mediante herramientas motorizadas manuales por operarios cualificados.
Inmediatamente las aceitunas cosechadas se llevan a la almazara para ser lavadas, deshojadas, quitarles posibles ramas y otro elemento no deseado y pesadas, para así poder iniciar el proceso de molienda.
La exquisitez de los aceites AUBOCASSA y L’AMO AUBOCASSA exige que se recojan todas las aceitunas del árbol, sin que una sola haya tocado el suelo, obligando a prestar gran atención al método de recolección. Debe ser un sistema mecánico que permita cosechar las aceitunas en el momento óptimo, sin caídas, y llevarlas a la almazara en el plazo más breve posible.
Con estos objetivo marcados, AUBOCASSA decidió construir su propia almazara entre los olivos, lo que permite extraer el aceite al mismo tiempo que se recoge la aceituna, sin esperas ni transportes.
Un proyecto que tenía en mente la marca desde que salió al mercado la primera cosecha, en 1998, y que se hizo realidad tras conseguirse una producción propia consolidada, a la que se añaden los acuerdos con fincas cercanas que permiten llegar a la cantidad de aceituna que hace viable la inversión.
La nueva almazara revoluciona el sector del aceite español con un cambio en el proceso de batido de la pasta de aceituna y la forma de atemperarla, transmitiendo así al aceite la máxima cantidad y calidad de aromas. Las aceitunas, una vez limpias se muelen en un molino de discos dentados y la pasta llega directamente a un proceso de atemperado que consigue aclimatarla a la temperatura deseada en pocos segundos, evitando que la pasta esté en las máquinas batidoras demasiado tiempo con riesgo de posibles oxidaciones y pérdida de aromas.
Este sistema se utiliza por primera vez en España convirtiéndose en un importantísimo avance para el sector del aceite de máxima calidad. El magnífico aceite obtenido se conserva después en depósitos de acero inoxidable inertizados (con gas inerte), donde esperará a ser embotellado.
Utilizamos 8,5 kg de aceituna para hacer un litro de aceite, mientras que en un proceso normal 4,5 kg serían suficientes.
Cosechar cuando la aceituna está verde, molturar 1 hora después de la recolección, controlar la temperatura durante el proceso, no superar los 27ºC de temperatura.
Todos estos pasos conllevan una reducción de rendimiento, pero a cambio, permite la elaboración de un aceite de calidad excepcional.
Todo este aparente despilfarro multiplica la calidad, la fruta y la frescura.