En la bodega se pueden diferenciar claramente cuatro partes:
- La más antigua, la de 1931, construida por el fundador. Cuenta con depósitos de cemento típicos de la época, con una capacidad de 15.000 litros cada uno de ellos. En la actualidad se siguen utilizando para la fermentación y el almacenamiento de nuestros vinos.
La cava más emblemática es también de esta época y es donde descansan los vinos de mayor formato durante la crianza en botella.
- Junto a la cava de 1931, encontramos una pequeña ampliación de la misma, que llevó a cabo José L. Ferrer en 1960 con el fin de adquirir más capacidad. Esta cava cuenta con 6 depósitos de cemento con una capacidad 30.000 litros cada depósito y más espacio donde almacenar barricas para la crianza del vino.
- La siguiente gran ampliación fue en 1995 por parte de los hermanos Roses Ferrer, nietos del fundador. Aquí se percibe claramente un aire más moderno y de la época, debido al predominio del acero inoxidable, tanto de sus dos tolvas como de los 14 depósitos de 35.000 litros destinados a la fermentación y con un mecanismo de regulación de temperatura.
En esta parte también se encuentran las dos cavas, en dos sótanos a diferentes niveles, con una capacidad para 2.000 barricas.
- La última parte y la más moderna, es una pequeña bodega, Veritas, edificada en 2016, cuando los bisnietos del fundador empezaron a formar parte de la empresa. Está formada por depósitos de acero inoxidable de menor tamaño y 4 tinas de madera donde se fermentan y elaboran los vinos de gran calidad y menor producción.
Además cuenta con un sótano en el que se encuentran los spin barrels de 500L que permiten realizar microfermentaciones, y la maquinaria específica para realizar el removido de los espumosos antes del degüelle, que anteriormente se realizaba de forma manual en la cava de 1960.
En Bodegas José L. Ferrer creemos que lo principal para elaborar un buen vino es obtener las mejores uvas y por ello llevamos años trabajando de la mejor manera posible nuestras tierras, para conseguir lo mejor de cada una de nuestras cepas.
La familia siempre ha creído mucho en la importancia de las viñas para el buen resultado de nuestros vinos y es por ello que aparte de apostar en el proceso de elaboración de vinos, desde el 2015 estamos llevando a cabo un proyecto de I+D+i en nuestras viñas para consolidar el conocimiento de las variedades autóctonas y sus calidades a través de un método de diagnóstico que nos ayuda en las decisiones de riego, poda, deshojado y aclareo. Todo ello con la ayuda de la Universidad de las Islas Baleares, Verdtech y el CDTI.
Bodegas José L. Ferrer cuenta con unas 140 hectáreas de viña propia y otras adicionales controladas, de proveedores con los que trabajamos día a día para obtener lo mejor de las cepas.
En estos viñedos cultivamos un total de 15 variedades de uva, de las cuales 8 son variedades tintas: las autóctonas Mantonegro, Callet y Gorgollasa, además de las foráneas Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Syrah, Merlot y Monastrell y 7 variedades blancas: las autóctonas Moll y Giró Ros, además de las foráneas Chardonnay, Parellada, Macabeo, Moscatel y Moscatel de grano menudo.
Todas estas variedades están distribuidas en unas 20 fincas situadas en los municipios de Binissalem, Consell y Sencelles, municipios que al mismo tiempo forman parte de la Denominación de Origen Binissalem.
Nuestros viñedos están situados en pleno centro de la isla de Mallorca, la Sierra de Tramuntana los protege de los fríos vientos septentrionales originando un microclima mediterráneo suave idóneo, con veranos secos y calurosos e inviernos cortos.
Los suelos son de naturaleza calcárea y se han desarrollado sobre sedimentos aluviales aportados en el Cuaternario. Se caracterizan por una alta pedregosidad y coloraciones marrón-rojizas, debido al alto contenido en óxidos de hierro. Los Calcisols y, en menor extensión, los Luvisols son las formas más comunes.
Estos suelos, con altos contenidos en hierro y microelementos, son muy adecuados para el cultivo de la vid, siendo las variedades autóctonas las que alcanzan la máxima expresión a partir de estas condiciones edáficas particulares.
El relieve de nuestros viñedos es en general muy suave y están situados a una altitud que oscila los 130 metros sobre el nivel del mar.
Bodegas José L. Ferrer elabora diferentes gamas de vinos, para todo tipo de paladares, sin olvidarse nunca de las caractarísticas de las variedades autóctonas.
La gama José L. Ferrer lleva elaborándose desde los inicios en 1931 y está formada por cinco vinos que bien podemos considerar símbolo de Mallorca. Son vinos que expresan las cualidades únicas de las variedades autóctonas y el terroir de Binissalem, manteniendo el toque tradicional en la elaboración de los vinos.
La gama Veritas empezó a elaborarse hace quince años, pero no fue hasta el año 2013 en la que se completó la gama que hoy conocemos, claro ejemplo de innovación y selección. La gama más amplia de la bodega, es ideal para los paladares más exigentes y aquellos dispuestos a experimentar y conocer nuevos tipos de vinos basados en variedades autóctonas, cuidando siempre la selección tanto del viñedo como de las uvas en la propia planta así como la selección de las mejores barricas.
La gama DUES nace para aquellos paladares más modernos. Dándole también importancia a aquellas variedades foráneas cultivadas desde hace años en nuestras tierras, así surgieron tres vinos, dos tintos y un blanco, en los que encontramos en cada vino un ensamblaje perfecto de una uva autóctona con otra foránea.
La piedra, pedra en mallorquín, de Binissalem es conocida en toda la isla y es muy característica del pueblo en la que está situada la bodega. Basta con pasearse por sus calles para darse cuenta de ello. Lo mismo ocurre si te adentras en nuestras viñas, repletas de este tipo de piedra, de ahí nuestra gama Pedra de Binissalem, tres vinos ecológicos muy arraigados a nuestras tierras.
La gama FERRERET. Ferreret es un pequeño anfibio autóctono y exclusivo de Mallorca. A parte de esto, su nombre proviene de la semejanza de su canto con los golpes de martillo sobre el yunque del herrero, ferrer en mallorquín. Toda esta historia y el juego de palabras que hace un guiño a las generaciones más jóvenes de la familia, nos inspiró para crear la gama FERRERET, de vinos monovarietales con variedades autóctonas de la comarca de Binissalem.
La gama AUTÈNTIC esta formada por un tinto un blanco, el tinto hace más de 70 años que se produce en la bodega y desde hace unos años la bodega decidió elaborar un blanco, también muy autèntico y característico de Binissalem.
Los NÀUTICS son vinos más modernos, pero muy muediterráneos, ideales para las tardes de verano y muy versátiles gracias a el tapón de rosca.