Monsina

Joyería de porcelana única. Piezas con diseño Nerikomi inspiradas en la naturaleza.

Cuadros técnica mixta y acrílicos.

Son piezas únicas, la técnica es 100% artesana. Realizada en mi taller de Sa Cabaneta con mi amiga de la infancia Asun, juntas hemos creado una marca solidaria llamada MONSÚN.

Visita nuestra tienda en el Hotel Ca n'Alexandre en Palma.

Actualizamos constantemente nuestros diseños dependiendo en la temporada. En estos momentos trabajamos en la colección mediterráneo.

Descripción

Monsina es una artista que se dedica desde hace muchos años a la pintura, el amor por la porcelana ha sido su última incorporación. Son diseños únicos inspirados en la naturaleza y en el mediterráneo.

Monsina Rosselló residió en Heidelberg del año 1992 al 1994, en París el año 1991 y Londres el año 1990.

Comienza en Munich el año 1995 bajo el proyecto creativo

“Lebensmittel auf Rädern” para la empresa Papp GmbH

&CoKG.

Vuelve a Mallorca el año 1996 y comienza en las academias de pintura de Ignacio Sierra y posteriormente en la escuela de pintura de Ximena Yutronic y en los talleres de pintura y movimiento de Susana Volosín.

Actualmente tiene taller propio en el Agroturismo Son Siurana, Alcudia, y en Palma. Su trabajo se desarrolla dentro del Proyecto MONSÚN.

Monsún nace de una idea pasional, del cariño, de la inspiración y de la necesidad de ayudar a quienes más lo necesitan a través de lo mejor que sabemos hace, el Arte.

Arte con las manos, con pinceles, con la mente y el corazón... pero sobre todo con amor...

Porcelana nerikomi

Nerikomi es una técnica artística en la cerámica. El nombre deriva de la técnica tradicional Japonesa que crea patrones con la arcilla coloreada. Nerikomi significa amasado(neri) y mezclado o metido(komi), o sea que es la técnica de cerámica que se combinan barros de diferentes colores con un patrón definido.

¿Por qué se crea Monsina?

En el año 2000 aproximadamente me pregunté, ¿Por qué dedico tanto tiempo a la pintura? No me costó pensar en lo feliz que me hacía sentir.

Mi abuela Tinons, pintaba a diario, era su vida. Ella ha sido mi ha sido mi modelo a seguir.

Pintar se convierte en una adicción, por la noche das la última pincelada o añades una última capa de pintura. Por la mañana, la obra se ha secado, ha evolucionado.

En estos momentos vivo fascinada con la cerámica. Tocar barro con las manos es simple y emocionante.

Trabajar la cerámica se convierte en otro juego sólo que en otra dimensión; juegas con óxidos, esmaltes, un horno y unos tiempos de secado y sobre todo un reto a la paciencia.